Para quienes busquen una playa definida por un ambiente natural paradisiaco, recomendamos conocer Maruata, uno de los rincones más bellos de Michoacán. Sus hermosos atardeceres, sus días apacibles, su ambiente de ensueño, la brisa que refresca su entorno y sobre todo la amabilidad de los lugareños, hacen de este sitio un destino turístico imperdible.
Los primeros que aprovecharon las maravillas de esta magnífica playa fueron los llamados viajeros trotamundos, es decir, los turistas mochileros que están en búsqueda permanente de sitios poco frecuentados.
Cuando uno se acerca a Maruata, el paisaje se va tornando cada vez más hermoso: las montañas se levantan, las rocas resisten el embate del oleaje bravío, y la vegetación tropical llena de vida un espacio de más de 260 kilómetros de playas vírgenes.
Para llegar a Maruata hay que avanzar en dirección hacia el mar, cruzando una pequeña comunidad de rústico ambiente y luego de un pequeño bosque, aparece por fin un ambiente fascinante y bello. Un cauce arenoso con ríos de agua clara, praderas verdes y pequeñas islas con plantas acuáticas cerca de la playa. Además, en este entorno, algunos caballos libres pastando despreocupadamente.
Los ecoturistas tienen en Maruata un santuario invaluable, puesto que, en las lagunas que aparecen en donde se unen el agua dulce y el agua salada, numerosas aves marinas se dedican a pescar. Por ello quienes gustan de contemplar a los animales y plantas , en Maruata pueden avistar garzas blancas, flamencos, gaviotas, cormoranes, ibis, zopilotes y pelícanos.