Pocos destinos turísticos en México han experimentado épocas tan diferentes en su circunstancia social, económica y por supuesto, turística, como el tradicional Puerto de Acapulco. Tal es la importancia que tiene Acapulco para nuestro país, lo cual, explica en parte, su encanto costeño y su capacidad de cautivar a quienes lo visitan. Esta ciudad portuaria ha logrado superar acontecimientos históricos como la esclavitud posterior a la Conquista, asedios bucaneros a lo largo de los siglos XVIII y XIX, así como también diferentes desastres naturales. De la misma manera, el puerto acapulqueño ha sido el espacio de importantes asentamientos prehispánicos, y fue donde acudió Hernán Cortés como el primer turista procedente del continente europeo. En sus inicios, la ciudad tenía por nombre Santa Lucía, y tenía por bandera la de Santander, España. No obstante en la actualidad se ha convertido en un referente clásico del turismo mexicano, tanto a nivel nacional como de cara al exterior.
Y si en la década de los cuarentas del siglo XX, solo existían en Acapulco, algunas sencillas casas de huéspedes, con el transcurrir de las décadas todo ello ha cambiado, y hoy por hoy se levantan allí, más de 300 hoteles, así como también en la parte baja de sus cerros, aparecen lujosas mansiones vacacionales, pertenecientes a políticos prominentes y estrellas de la farándula. No es difícil comprender el desarrollo turístico que ha experimentado Acapulco, en especial durante el pasado siglo, por la belleza de su entorno tropical, las maravillosas panorámicas que ofrece la bahía y el cálido clima que aún cautiva a miles de visitantes de todas partes del mundo.